jueves, 5 de diciembre de 2013

Primer accésit: Una pesadilla que nunca olvidaré

Llegamos al tercer premio. La ganadora es Andrea Cebrián Betes, de 3º ESO A, con el relato Una pesadilla que nunca olvidaré. Para ambientarlo un poco añadimos una banda sonora ad hoc y una imagen, que tal vez no pegan ni con cola, pero nos han gustado. 

                                            Mussorgsky: Una noche en el monte pelado


    Sinceramente, yo no creía en fantasmas, brujas, y otras cosas como estas, pero desde aquella noche, me empecé a preocupar… Era 31 de octubre, víspera del día de Todos los Santos. Desde primera hora de la mañana estaba preocupada por algo pero no sabía por qué. Aún sentía una terrible angustia desde que mi padre había muerto y sería la primera vez que iba a visitarlo al cementerio. 
     Como no sabía a qué se debía esta terrible angustia me fui al instituto. Llegué al instituto cinco minutos antes de que tocara el timbre para entrar a clase. Todo el mundo estaba extraño: mis amigos no saludaban, todo el mundo estaba sentado dentro de clase con los libros encima de la mesa, todo esto me parecía muy extraño. 
   Me senté y pensé sobre todo lo sucedido. Pronto llegó Blanca para darnos clase de lengua, y ella también estaba extraña. Llegó a clase y escribió en la pizarra los ejercicios que teníamos que hacer. Al instante todo el mundo s puso a hacerlos sin hacer las típicas preguntas de: "¿Se hacen con boli o con lápiz? ¿Hay que copiar los enunciados?"… Yo también me puse a hacerlos. 
      Cuando los terminé no sabía qué hacer, por eso me quedé callada y me puse a hacer los deberes de matemáticas, pero no los había hecho porque no sabía cuáles eran. Como tenía a Reyes al lado le pedí que me los dijera y ella sin decir nada me acercó a agenda. En esta el día 31 de octubre estaba tachado, cosa que aún me asustó más. Me copié los deberes en la agenda y se la devolví. 


      Pronto llegó la siguiente clase y todos los profesores estaban igual y mis amigos también. Pasaban las clases y todo igual. Llegó la hora de irse a casa y la gente salía tranquilamente y sin hablar, me fui a casa asustada. Al llegar a casa me di cuenta de que mi madre no había hecho la comida y como ella también estaba rara, no le dije nada. Cogí un trozo de pan y me fui a my habitación a hacer los deberes; eran pocos pero intenté pasar el mayor tiempo haciéndolos para intentar darle un sentido a todo lo que había pasado. Terminé a las nueve. Y había intentado sacar una conclusión: todo esto podía haber sido una broma de la gente. Yo me fui con esa idea a la cama. Al cabo de las horas no podía dormir. Cuando al final me quedé dormida seguí con el mismo rollo de todo el día y tue una terrible pesadilla, era perseguida por la gente del instituto hasta mi casa. Mi madre también estaba con ellos. 
     A la mañana siguiente era el día 1 de noviembre. Todo había cambiado, la gente ya no estaba rara, los profesores explicaban, la gente estaba armando barullo… Todo volvía a ser como siempre. Pasaron las clases y solo notaba una cosa rara, hoy el cielo no era azul estaba más bien verdoso, con toques grises. Llegué a casa las 3 como siempre y me puse a comer y a la vez a ver las noticias. Hubo un momento de silencio y de repente se fue la televisión. Me asomé a la calle y había unas personas raras cortando los cables de la luz. Les llamé La atención y... se dieron la vuelta y… eran espantosos, se parecían a alienígenas, pero todavía era peor, tenían una voz robotizada. Corriendo me metía a casa y se lo conté a mi madre. Me dijo que ya lo sabía pero que ya lo sabía pero que ella no podía decir nada, y al momento volví a ver en su rostro aquella horrenda cara que le vía al hombre de la calle. 
        Empecé a correr en dirección en dirección a la calle y no paré de correr hasta llegar a la carretera, y… un coche, un coche, corre, corre, levanta, Andrea, despierta, va, que llegaras tarde, venga arriba,… Era mi madre, y, estaba en la cama, ¿cómo podía ser si hacía un instante estaba a punto de que me atropellara un coche?… 
     Al rato lo comprendí todo: todo esto había sido una pesadilla, fruto de una película de miedo que había visto antes de irme a dormir. Fue espantoso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario